domingo, 12 de septiembre de 2010

POEMA ZEN

Muy feliz era el ciempiés,

hasta que un sapo una vez,

le pregunto:

"¿Qué orden al andar siguen tus remos?

Lo cuál forzó su mente a tal extremo

que a una zanga fue a caer,

mientras pensaba que hacer para correr.

sábado, 11 de septiembre de 2010

DICHOS CHINOS IV

Un beso es como beber agua salada, bebe y tu sed aumentará.

Ningún hombre puede ser feliz si no se aprecia a sí mismo.

No enciendas un fuego falso frente a un dios verdadero.

La felicidad es una recompensa que llega a quien no la busca.

Viajar con un amigo hace amar la vida.

Existe una única libertad: la verdad. Existe una única esclavitud: la mentira.

Quien tiene en el corazón el amor por una mujer, no tiene tiempo de odiar.

El mono vestido de seda mono se queda.

Nuestros conocimientos pueden llenar el imperio pero nuestros amigos caben en el puño.

El amor es una extraña criatura dulce y absurda que se alimenta de fantasía y muere de saciedad.

Los pájaros más bellos están enjaulados.

El ojo del amante descubre una diosa en su amada.

Si se quiere coger una rosa con el tallo largo, no hay que temer a las espinas.

La felicidad de una casa tranquila se valora cuando la paz deja de existir.

El bambú por dentro está vacío y le cuelgan las hojas.

Cuando el hombre ha agotado las mentiras, encuentra la verdad en el nuevo saco.

Es difícil coger un gato negro en una habitación oscura, sobre todo cuando no está.

Si los filtros sirviesen para capturar a los hombres, todas las mujeres tendrían un amante.

El perfume de los cipreses sigue la respiración del viento. Las palabras de amor de la amada guían el curso de la vida de un hombre.

Tener tiempo libre conlleva muchas ventajas.

Sólo se consume el que no ama, pero quien ama da hasta los huesos a los demás.

La mejor forma de vengarse de un malvado es no parecerse a él.

No digas que eres feliz hasta que tu enemigo se haya ido.

DICHOS CHINOS III

La puerta mejor cerrada es aquella que puede dejarse abierta.

No creas en el llanto de un heredero, muy a menudo no es más que una risa disimulada.

Azotando el cuerpo de la mujer se ajusta su virtud.

Cuando el hombre ha agotado las mentiras, encuentra la verdad en el nuevo saco.

La mejor forma de vengarse de un malvado es no parecerse a él.

No enciendas un fuego falso frente a un dios verdadero.

Semilla no sembrada no produce nada.

Con arcilla haces un jarrón: de su interior vacío surge su utilidad.

Un viaje de mil kilómetros se empieza moviendo un pie.

Una casa de nueve pisos se empieza con un terrón de tierra.

El amor es una flor demasiado preciosa para ser cortada.

Mejor caminar con quien se ama que descansar con quien se odia.

El hombre que ama la violencia morirá violentamente.

Una casa sin amor es como una chimenea sin fuego, una casa sin la voz de un niño es como un jardín sin flores, la boca de la mujer amada sin la sonrisa es como una lámpara sin luz.

Quien más ama más gasta; quien mucho acumula mucho pierde.

Vive de forma que no hagas daño a nadie, he aquí la aspiración suprema.

La flor caída no vuelve a la planta.

La confianza en la vida se encuentra cuando el espíritu se siente profundamente tranquilo.

A la rana no le gusta que se sepa que fue renacuajo.

¿Tienes té y vino? Tus amigos serán numerosos.

Hay que mantener firme y custodiado nuestro corazón, si se deja ir puede perder la cabeza.

El amor empieza con los ojos y termina con la costumbre.

Si se ama una cosa y se la ve con los ojos del corazón, se olvidará su fealdad.

DICHOS CHINOS II

Si vas a comprar no empieces por enseñar el dinero.

Jamás desesperes en medio de las más sombrías aflicciones de tu vida, pues de las nubes más negras cae un agua limpia y fecundante.

Ser amable es ser invencible.

No confundas, jinete, el galopar del caballo con los latidos de tu propio corazón.

Nada falta en los funerales de los ricos, salvo alguien que sienta su muerte.

Si no quieres que nadie se entere, no lo hagas.

La medicina sólo puede curar las enfermedades curables.

Hay que subir la montaña como viejo para llegar como joven.

Cuando un Estado ha conseguido cinco grandes victorias, está en la ruina.

Cuanto más gordo sea tu enemigo, mejor para vencerle. Es más fácil clavar un cuchillo en el buey que una uña en la pulga.

Sólo si declaras la guerra a todas las religiones, estarás en paz con Dios.

Disfruta hoy. Es más tarde de lo que crees.

Nunca se pierden los años que se quita una mujer, van a parar a cualquiera de sus amigas.

Un hombre tiene la edad de la mujer a la que ama.

La esperanza es como el azúcar en el té. Aunque es muy poca, todo lo endulza.

Todos los hombres son sabios; unos antes, los otros después.

El hombre tiene dos ojos para ver, la mujer para ser vista.

Ganar un proceso es adquirir una gallina y perder una vaca.

El espíritu camina más que el corazón pero no va tan lejos.

El hombre que no sabe sonreír, no debe abrir una tienda.

Conocer a los otros no es más que ciencia; conocerse a sí mismo es inteligencia.

DICHOS CHINOS I

Si tu problema tiene solución, ¿para qué te preocupas? Si tu problema no tiene solución, ¿para qué te preocupas?

No rompas el silencio si no es para mejorarlo.

El sabio no dice lo que sabe y el necio no sabe lo que dice.

La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?

El sabio convive con la gente sin criticar; el necio critica sin convivir.

Cuando el dinero habla, la verdad calla.

A veces los buenos nadadores se ahogan, y los mejores jinetes caen del caballo.

Cuando un perro ladra a una sombra, diez mil perros hacen de ella una realidad.

El sabio dice lo que sabe, y el necio no sabe lo que dice.

Si te sientas en el camino, ponte de frente a lo que aún has de andar y de espaldas a lo ya andado.

Jamás se desvía uno tan lejos como cuando cree conocer el camino.

Si te caes siete veces, levántate ocho.

Aquel a quien amamos no tiene defectos; si le odiáramos, carecería de virtudes.

La sabiduría consiste en saber que se sabe y saber que no se sabe lo que no se sabe.

Un hombre feliz es como un barco que navega con viento favorable.

Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa.

La violencia es el refugio de las mentes pequeñas.

Después de vivir largo tiempo juntos, los animales acaban por amarse y los hombres por odiarse.

Nunca, nunca jamás, dijo una cosa la Naturaleza y otra la Sabiduría.

El perro en la perrera se rasca las pulgas; el perro que caza no las siente.

Con tres copas de vino ya se puede elegir una doctrina.